la reestructuración consiste en que la empresa adopte el modelo organizacional que poseía justo antes del último rediseño del organigrama. Es decir, si la compañía sustituyó un modelo vertical de desempeño por un modelo matricial, el pomposo proceso de reestructuración centrará sus esfuerzos en revertir esta transformación y conseguir nuevamente que la empresa observe una resplandeciente estructura vertical. En este sentido, podemos apreciar como en nuestras organizaciones el pasado es siempre el futuro.
Existen dos tipos de reestructuración: la clásica y la terrorista.
La primera se caracteriza porque luego de meses de análisis de partidas presupuestarias, de revisión de costos y ganancias, se termina echando a la calle a dos mensajeros, tres secretarias, dos porteros, cuatro trabajadores de almacén, seis periodistas y la nómina completa de pasantes.
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